Las Águilas de Filadelfia comandadas por el entrenador en jefe Nick Sirianni tienen una misión en el nido que podría regresar a la ciudad la gloria que se vivió en la temporada 2017 – 2018 cuando se conquistó el trofeo Vince Lombardi, en ese entonces al mando de Doug Pederson (actual entrenador en jefe de Jacksonville).
El ave de acero jugará ante los 49ERS de San Francisco este domingo 29 de enero ante los ojos de los fanáticos que se darán cita en el estadio Lincoln Financial al sur de Filadelfia.
Muchas cosas son distintas en comparación a esa temporada majestuosa del 2017 – 2018 cuando se ganó el Super Bowl ante los Patriotas de Nueva Inglaterra en Minnesota.
En ese entonces el equipo estaba liderado por Nick Foles, mariscal que era suplente de Carson Wentz quien se lastimo ante los Carneros y se perdió el resto de la campaña. Debido a todos los factores en ese entonces las águilas fueron bautizadas como el equipo menos favorito 3 partidos antes del gran juego.
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Una Era que una máscara de perro introducida por el tacle Lane Johnson daba la esperanza a Filadelfia, una máscara que simbolizaba los menos favoritos ya que en ingles el termino es de “UNDERDOGS”. Esa mascara y el espíritu de gladiadores le dio fortaleza al equipo y sobre todo ánimo para vencer a rivales que según los pronósticos serian mejores que las Águilas en ese entonces.
Esta temporada que atravesamos no se compara con ninguna otra desde que Jeff Lurie dueño del escuadrón tomo las riendas el 6 de mayo de 1994 cuando compro al equipo por $195 millones de dólares.
El equipo que ahora jugara por el título de la conferencia Nacional de la NFL y que está a un juego de competir por el Super Bowl en Arizona, es el más completo ofensivamente y defensivamente de toda una generación.
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Jalen Hurts es el líder perfecto y el mariscal que se merece sobre todas las cosas el título del jugador más valioso de la liga. Es un pasador completo que puede leer coberturas, puede administrar una zona de golpeo con la tranquilidad de un lince esperando su presa. Su velocidad y fuerza son las de un corredor de poder, esas son algunas cualidades de Hurts.
La línea ofensiva con tacles como Johnson, el centro veterano Jason Kelce dan la protección perfecta y el tiempo para que los receptores abiertos y/o alas cerradas puedan generar rutas dinámicas que hacen que el juego por aire sea letal.
Por tierra cuentan con corredores versátiles como Boston Scott o Miles Sanders que pueden bloquear, mover las cadenas aun con penetración de defensores tenaces y son corredores regulares.
En cuanto a la defensa, el coordinador defensivo Jonathan Gannon cuenta con un grupo de apoyadores que puede ser catalogado como uno de los más agresivos y eficaces a la hora de buscar capturas de mariscales, generar balones sueltos y presionar en la línea de golpeo. La constancia en cada jugada es algo que les caracteriza.
Los linieros hacen que el juego por tierra en contra sea lento y cierran de maravilla los huecos, es como una cortina de acero y plumaje esmeralda difícil de penetrar.
Gannon cuenta con entrenadores defensivos como Dennard Wilson, un estratega que es técnico y además inteligente en cuanto a la enseñanza de lectura de jugadas ante equipos contrarios… prácticamente Wilson va un paso a delante del coordinador ofensivo rival.
Un equipo Esmeralda en el que miles de fanáticos tienen puesta la confianza, la alegría, la fe y sobre todo la esperanza de que el Vince Lombardi regrese a Filadelfia.
