Cambio climático

“Moda rápida”, el glamour que intensifica la contaminación del planeta

Activistas por una moda sustentable piden parar la renovación frenética de los closets para generar menos desperdicio.

Telemundo

“Fast Fashion” y Reciclaje: La sobreproducción de ropa está contribuyendo significativamente al cambio climático y a la contaminación ambiental. Janet Bolívar habla con expertos en el tema.

Se acerca la primavera y con el cambio de época muchos también renuevan su closet. Datos de la organización Greenpeace, revelan que cada segundo a los vertederos llega el equivalente de un camión de basura con ropa usada.

Hoy en la iniciativa Nuestro Planeta de TELEMUNDO, Janet Bolívar, experta en meteorología de Telemundo 62 revela una opción más ecológica para tratar de frenar la moda rápida y generar menos desperdicios.

Aunque la industria de la moda está llena de glamour, también es una de las más contaminantes del planeta. Por eso, te compartimos algunos de los impactos al medio ambiente del denominado fast fashion, que se caracteriza por la producción masiva de ropa a bajo costo, así como otras alternativas más sostenibles.

Por todos lados encuentras grandes ofertas, estantes y sitios web dedicados a la llamada “moda rápida”  -o fast fashion- repletos de lo que parecen ser ahorros irresistibles para el bolsillo, pero que, según los expertos, es el planeta el que está pagando un alto precio.

“Es ropa que es hecha rápidamente y barata para seguir lo que está a la última moda. Y es barata de producir porque está hecha de materiales plásticos o a base de petróleo”, subraya Jackie Rodríguez, influencer de moda sostenible.

Rodríguez es defensora de la moda sostenible y estudia cómo la industria textil impacta adversamente al medioambiente. Ella afirma que la sobreproducción de prendas de vestir abona al cambio climático.

“Se producen en plantas petroquímicas que emiten humos y emisiones tóxicas que afectan no solamente a los trabajadores, sino también a las comunidades que viven alrededor de las plantas, y también al ambiente climático”, explica.

Una industria altamente consumidora de agua y contaminante

Con el aumento de la moda rápida, también crece su impacto al planeta. De acuerdo con el Programa Ambiental de las Naciones Unidas, el fast fashion es la segunda industria que más agua consume a nivel mundial y es responsable de un 10% de las emisiones anuales de carbono, cifra que sobrepasa las emisiones de todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados. 

Rodríguez asegura que la creación tan rápida de prendas también estaría causando montañas de basura cada vez más grandes.

Tan solo en Estados Unidos un equivalente de 11.3 millones de toneladas de desperdicios de telas –85% de todo tipo de textil- terminan en los vertederos cada año. Eso es el equivalente a 81.5 libras de desperdicios por persona por año.

Fabscrap es una organización sin fines de lucro que busca hacer la diferencia. Con sedes en Nueva York y Filadelfia, en sus almacenes se reciclan textiles con la ayuda de voluntarios que unen esfuerzos para clasificar pilas y pilas de ropa.

“Recibimos alrededor de 7,000 libras de materiales cada semana”, revela JO Corvus, gerente regional y coordinador de servicios de Fabscrap.

Unas 7,000 libras llegan cada semana a sus instalaciones provenientes de grandes fabricantes de moda, firmas de diseñadores y compañías de teatro, explica Corvus, gerente regional de la empresa de reciclaje.

“Cerca de 40% de lo que nosotros recibimos en Fabscrap es reusable”, asegura. El otro 60% es reciclable.

El reporte de Nuestro Planeta.

"Tenemos algunos percheros donde puedes hacer tus compras": Fabscrap

Otra iniciativa ecológica de Fabscrap es su tienda de segunda mano, llamada el cuarto de reuso. Aquí los clientes compran telas de calidad, ropa incluso nueva y hasta “piezas muestras” de diseñadores con grandes rebajas que de otro modo irían directamente a los vertederos.

 “Esta es una falda que hice hace unos años y está hecha con lazos”, dice como ejemplo.

Diseñadores emergentes también se suman a la moda sostenible como una alternativa al fast fashion. Con corbatas de segunda mano, la modista Haven DeAngelis confeccionó esta minifalda que combina el estilo con una perspectiva ecológica.

 “Todo se reutiliza y se recicla. Desmonto ropa vieja”, destaca Haven DeAngelis, diseñadora de moda sostenible.

Su creatividad nace de todo tipo de materiales reusados y reciclados. Puntada a puntada, los transforma en nuevas prendas de vestir bajo su línea “Stitch and Sestroy”, que cuenta con un nuevo negocio en Filadelfia.

“No sabes las posibilidades que puedes encontrar como una pieza que tal vez utilizó tu abuela, la reinventas y haces un look igualito como la pasarela. También con carteras, zapatos”, señala la influencer y estilista Carrie Cayetana Rodríguez.

Y es que las tiendas de segunda mano se han convertido en una tendencia alternativa que permite alargar la vida de las prendas. Carrie es una influencer y estilista de moda que enfoca su trabajo en estilos reutilizados.

Destaca que algo que no debe faltar en los clósets son los blazers, y muchos de ellos pueden encontrarse en las tiendas de segunda mano, 

De lo vintage a lo moderno, y de marcas desde Zara hasta Prada, recorrer estos pasillos significa para fashionistas como ella un enfoque más ecoamigable e inteligente a la hora de actualizar el closet.

“Cuidamos más nuestro planeta; no estamos comprando tanto. También podemos donar, revender. Nos ganamos un dinerito”, dice.

Contáctanos