Un aluvión de consejos financieros para sortear la debacle sobrevino después de que economistas, analistas y grandes instituciones financieras como Deutsche Bank y Bank of America expresaran que es cada vez más probable que la economía estadounidense entre en recesión.
Ahorrar fue la primera recomendación por parte de varios expertos. Parece lo más obvio ante un panorama desalentador que implica aumento de la inflación, pandemia, interrupción de la cadena de suministro y una guerra entre Rusia y Ucrania con implicaciones energéticas.
Pero qué tan realista es pedir ahorro a las familias que batallan para llegar a fin de mes, o peor aún, que sobreviven con un déficit constante.
Si bien el Crédito Tributario por Hijos resultó ser un salvavidas para hasta 36 millones de familias el año pasado, lo cierto es que fue solo un ingreso temporal. Además, el monto se reducirá de $3,600 a $2,000 por niño cuando se reclame en 2023.
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“Los hogares de bajos ingresos tienen poco margen de maniobra cuando llega una recesión y se ven más afectados por la inflación ya que gastan una mayor proporción de sus ingresos en consumo (vivienda, supermercado, atención médica). A corto plazo, hay poco espacio y generalmente caen en lo que se llama trampas de pobreza”, explicó la profesora en economía Marta Bengoa, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés).
“A mediano plazo, obtener préstamos condonables para iniciar pequeñas empresas y obtener habilidades a través de programas educativos o educación universitaria comunitaria ha funcionado para sacarlos de la pobreza. Los créditos fiscales, la asistencia alimentaria (SNAP) y la asistencia para la vivienda pueden ayudar a mejorar la pobreza a corto plazo. Sin embargo, poco más es posible a menos que el gobierno amplíe la red de seguridad”, añadió en un correo electrónico.
TRAMPAS DE POBREZA
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El estudio Why do people stay poor? (¿Por qué la gente sigue siendo pobre?), publicado en febrero de 2021 y realizado por un grupo de economistas de diferentes instituciones académicas de Estados Unidos e Inglaterra, incluido el Instituto Tecnológico de Massachusetts, London School of Economics o la Universidad de Berkeley, arroja luz sobre las trampas de pobreza que menciona la profesora Bengoa.
Una “trampa de la pobreza” son aquellas condiciones que impiden que las personas muy pobres dejen de serlo.
El reporte detalla que los investigadores observaron durante 11 años alrededor de 6,000 hogares de los distritos rurales más pobres de Bangladesh. La mitad de los hogares recibió ayudas económicas para sus labores de ganadería y agricultura. La otra mirada no obtuvo incentivos ni activos. Como resultado, aquellos que eran pobres pudieron revertir su situación después de unos años, mientras que quienes se encontraban en pobreza extrema no lograron el mismo objetivo.
El informe indica que los hogares que partieron de la pobreza extrema, por más que aumentaron su ganancia de dinero con el transcurso de los años (ahorro, por ejemplo), no lograron mejores condiciones de vida. A diferencia de los que contaban con más recursos económicos. La investigación muestra que estos hogares sí consiguieron, con el tiempo, bienestar y desarrollo, ya sea mediante mejores empleos o educación.
Un ejemplo de cómo los incentivos pueden ayudar a las familias es el Crédito Tributario por Hijos. Según una evaluación del rastreador mensual del Centro de Pobreza y Política Social de Columbia, el primer pago del Crédito Tributario por Hijos en julio de 2021, mantuvo a 3 millones de niños fuera de la pobreza. Para diciembre, el beneficio mantuvo a 3.7 millones de niños fuera de la pobreza.
En julio de 2021, la tasa mensual de pobreza infantil cayó del 15.8 % al 11.9 %. El primer pago del crédito por sí solo, redujo la tasa mensual de pobreza infantil en 26%. Los pagos mensuales de crédito fiscal, en efecto, al final de sus seis meses, había reducido la pobreza infantil en el país en aproximadamente un 30%.
Sin embargo, en menos de un año, la extensión del crédito se desechó por un Congreso estancado.
MÁS ALLÁ DE LOS INCENTIVOS
Los investigadores del estudio Why people stay poor? aconsejan invertir en las personas más pobres. No necesariamente capital físico, como ayudas federales o activos para emprender un negocio, sino también capital humano, educación universitaria y capacitación laboral. Estas inversiones son las que pueden tener un gran impacto a largo plazo.
“Este documento destaca la importancia de ampliar las oportunidades para los pobres. Destaca la necesidad de repensar nuestro enfoque para abordar el problema de la pobreza global y, en particular, la importancia crítica de centrarse en políticas de bienestar que cambien las actividades laborales de los pobres”, se lee en la investigación.
Mientras que ahorrar es un consejo valioso, lo cierto es que también depende de los ingresos de una familia o un individuo. Incluso si Estados Unidos no cae en una recesión, existen factores en contra que podrían tener efectos potencialmente negativos en las finanzas de los hogares ya afectados por el impulso de la Reserva Federal para aumentar las tasas de interés y combatir la alta inflación, la crisis de salud mundial en curso, y por supuesto, el terremoto geopolítico provocado por la invasión rusa de Ucrania, que también amenaza con crear una crisis alimentaria mundial.
Ante este panorama, organizaciones como Qualitas Foundation pueden ser un primer paso para prepararse más allá del ahorro. Esta organización provee programas gratuitos de educación financiera básica, desde elaborar un presupuesto hasta la prevención del fraude financiero y otros aspectos que pueden ayudar a una familia a sortear mejor la inestabilidad económica. Llama al 646-885-2295 para más detalles de su servicio de asesoría.