HOUSTON – A la tensión que se vive por estos días entre Walt Disney Company y el gobernador de Florida se unió este viernes el administrador del Condado Fort Bend, KP George, quien le extendió una invitación al presidente de la compañía de entretenimiento para que se asiente en la zona suroeste del área metropolitana de Houston.
En una carta a Bob Chapek, el administrador del condado Fort Bend le dijo que “mientras que en Florida su compañía, sus empleados y los diversos fans enfrentan ataques autoritarios, antinegocios y una guerra cultural proveniente de extremistas, en Fort Bend estamos más que listos para darle la bienvenida a la familia de Disney con miles de trabajos bien pagados y billones de dólares en inversiones”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, sancionó una ley para quitarle un estatus especial que ha tenido la compañía en el centro de Florida donde tiene sus parques de Disneyworld, luego de que la compañía se mostrara en desacuerdo con la promulgación de la ley “No Digas Gay” impulsada por el mandatario estatal.
Ambas cámaras de la Legislatura estatal respaldaron la iniciativa promovida por el republicano, quien la convirtió en ley este viernes.
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George extendió la invitación a Chapek para que venga a visitar el Condado Fort Bend y pueda ver de primera mano “porque este es el mejor lugar para desarrollar un nuevo resort de Walt Disney”.
El distrito Reedy Creek Improvement es un gobierno privado controlado por Disney World y establecido por la Legislatura estatal en 1967 que le permite ofrecer servicios gubernamentales como zonificación, protección contra incendios, servicios públicos e infraestructura.
La creación del distrito, y el control que le dio a Disney sobre 11,000 hectáreas (27.000 acres) en Florida, fue un elemento crucial en los planes de la empresa para construir su parque de atracciones cerca de Orlando en la década de 1960. Los representantes de la empresa señalaban que necesitaban autonomía para planear una ciudad futurista además del parque temático. La ciudad nunca se materializo, en cambio, mutó hasta convertirse en el parque temático EPCOT.
El intento por castigar a la empresa surge después de que Disney anunció que suspendería los donativos políticos al estado por la nueva Ley de Derechos Parentales de Educación, que los opositores llaman “Ley no digas gay”, pues prohíbe lecciones sobre orientación sexual e identidad de género en los primeros años escolares, lo que marginaría a la comunidad LGBT+.