En mayo de 2020 mientras buscaban fósiles en una playa de Devon, en el suroeste de Inglaterra, un padre y una hija de 11 años hallaron restos de una mandíbula de 2 metros que resultaron ser similares a otros encontrados en 2016 y pertenecer a un nuevo tipo de reptil marino, el más grande conocido hasta ahora.
Ocho años de trabajo de investigadores de la Universidad de Bristol y de la Universidad de Manchester han culminado con la descripción una especie desconocida hasta ahora, a la que han denominado ictiosaurio gigante ('Ichthyotitan severnensis'), que significa "lagarto pez gigante" por su tamaño de más de 25 metros.
El hallazgo, recogido este miércoles en la revista Plos One, habla de una especie de aspecto similar a los delfines actuales pero en versión gigante el doble de tamaño que un autobús urbano normal- que vivió en el Triásico Superior, en una época conocida como el Rhaetiense.
El análisis de las estructuras internas de los huesos de la última mandíbula encontrada ha confirmado que pertenecen a un ictiosaurio y revelado que el animal aún estaba creciendo en el momento de su muerte.
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Los huesos datan concretamente de hace 202 millones de años, a finales del periodo Triásico, cuando los gigantescos ictiosaurios nadaban por los mares mientras los dinosaurios caminaban por la tierra.
Aunque otras especies de ictiosaurios siguieron habitando los océanos durante más años, los investigadores creen que su versión más gigante se extinguió durante el Triásico-Jurásico hace 200 millones de años, y este grupo único de reptiles marinos nunca volvió a alcanzar un tamaño tan grande, que es similar también al de una ballena azul.
Las rocas en las que se han encontrado los fósiles indican "que un cataclismo habría provocado una extinción masiva global del Triásico Tardío, que habría acabado con estos reptiles marinos gigantes".
Estos dos huesos aparecen unos 13 millones de años después que sus parientes geológicos más recientes, el Shonisaurus sikanniensis de la Columbia Británica (Canadá) y el Himalayasaurus tibetensis del Tíbet (China).
Los primeros restos de mandíbula de ictiosaurio gigante fueron hallados en 2016 cerca de la playa de Lilstock, al suroeste de Inglaterra, por el investigador Paul de la Salle, y descritos en 2018 en una investigación liderada por el paleontólogo experto en ictiosaurios, Dean Lomax, de la Universidad de Manchester, autor también del presente estudio.
En 2020, mientras visitaban el yacimiento, Justin Reynolds y su hija Rubi, de 11 años, descubrieron restos de una nueva mandíbula en la playa de Brauton, una localidad cercana de Lilstock, donde se halló la primera.
"En 2018 mi equipo había descrito la mandíbula gigante que halló Paul de La Salle en 2016, y esperábamos que algún día saliera a la luz otra. Este nuevo espécimen es más completo, está mejor conservado y demuestra que ahora tenemos dos de estos huesos gigantes -llamados surangulares- que tienen una forma y una estructura únicas", explica Lomax.
El paleontólogo reconoce que le sorprendió mucho que Justin y su hija Rubi "reconocieran que la mandíbula encontrada coincidiera con la hallada en 2016" y le contactaran.
"Les pregunté si les gustaría unirse a mi equipo para estudiar y describir este fósil, incluido ponerle nombre y no dejaron pasar la oportunidad".
Rubi, que ahora tiene 15 años, es una de las autoras del presente estudio: "Es una Mary Anning en potencia", dice Lomax en referencia a la paleontóloga británica del siglo XIX, autora de importantes hallazgos sobre los lechos marinos del período Jurásico.
"Estas mandíbulas son una prueba tentadora de que algún día podremos encontrar un cráneo o un esqueleto completo de uno de estos gigantes. Nunca se sabe", concluye Lomax.
Los restos fósiles del nuevo reptil marino gigante se expondrán próximamente en el Museo y Galería de Arte de Bristol.