Inicia agosto y con él se anticipa un regalo de la naturaleza que no es común observar en un mismo mes: dos de las superlunas que llegan para iluminar las noches de verano, la llamada Luna del Esturión y la rara Lula Azul.
La primera de ellas, la del Esturión, podrá disfrutarse tan pronto como este mismo martes como parte de la Constelación de Capricornio y, si las condiciones lo permiten, seguirá visible miércoles y jueves; mientras que la Azul podrá verse a finales del mes, el día 30, indica la NASA.
De acuerdo con su página, las dos lunas llenas que se verán en este octavo mes del año se percibirán hasta 14% más grandes y 30% más brillantes de lo normal gracias a su cercanía con la Tierra.
¿POR QUÉ SE LE LLAMA SUPERLUNA Y QUÉ TAN GRANDE ES?
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 62 aquí.
“Una superluna ocurre cuando la órbita de la luna está más cerca (perigeo) a la Tierra al mismo tiempo que está llena”, precisa la NASA. La Luna orbita nuestro planeta en una elipse, un óvalo que la acerca y la aleja a medida que gira y es entonces que la percibimos como más grande o más pequeña, sin que esto signifique que realmente varíe su tamaño.
Así, el punto más lejano en esa elipse se llama el apogeo y está en promedio a unas 253,000 millas (405,500 kilómetros) de la Tierra. Mientras que su punto más cercano es el perigeo, a una distancia promedio de aproximadamente 226,000 millas (363,300 kilómetros) de nuestro planeta. En términos más sencillos para entender sería como comparar una moneda de veinticinco centavos con otra de cinco centavos.
Por tanto, cuando una luna aparece en el perigeo, luce ligeramente más brillante y grande que una luna llena normal, y de ahí nació el término superluna, acuñado en 1979 por el astrólogo estadounidense Richard Nolle.
Aunque lo común es que cada mes solo haya una Luna llena, debido al ciclo lunar, de 28 días, en agosto serán dos y ambas tendrán la característica de superlunas, es decir, se verán más grandes, brillantes y cercanas a la Tierra.
LA LUNA DEL ESTURIÓN
Las distintas culturas en el mundo han asignado diversos nombres a las Lunas llenas relacionados con las estaciones del año o las celebraciones que siguen los pueblos. La Luna del Esturión fue nombrada así por los nativos de la región de los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
Esto se debe a que la Luna llena de agosto solía coincidir con el momento en el que los nativos de EEUU pescaban este tipo de pez en los ríos y lagos del país. Por ello, marca el inicio de la temporada de cosechas en el hemisferio del norte.
El esturión ha estado en la Tierra por alrededor de 135 millones de años e incluso se le considera un fósil viviente. En la actualidad es una especie en peligro de extinción, pues las hembras del pez necesitan de 13 a 15 años para alcanzar la madurez sexual y solo pueden reproducirse cada cuatro años, detalla la NASA.
¿LA LUNA AZUL ES REALMENTE DE ESE COLOR?
En realidad no. La NASA explica que Luna Azul es el nombre que se le asigna a la segunda luna llena en cualquier mes. Dado que se necesitan 29.5 días para completar el ciclo de llena a nueva y de vuelta a llena, la mayoría de los meses verán solo una. Pero ocasionalmente, caben dos en un mes.
En promedio, es posible ver una luna azul una vez cada 3 años. Después de la de agosto 30, que anticipan será la más grande y brillante del año, la próxima será hasta mayo de 2026.
ASÍ PUEDES OBSERVAR LAS SUPERLUNAS
Por fortuna para los millones de admiradores de la Luna, esta puede observarse a simple vista en sus distintas fases iluminadas desde cualquier parte del mundo. Es suficiente con voltear al cielo, de preferencia desde un lugar despejado y libre de contaminación lumínica, pero es un hecho que los mares y cráteres lunares se aprecian mejor durante la Luna llena.
En su guía de observación lunar, la NASA recomienda tomar el tiempo suficiente para adaptar la mirada. A ojo desnudo es posible observar algunos de sus cráteres más grandes, como los de Copernicus, Kepler y Tycho (nombrados en honor a los astrónomos Nicolás Copérnico, Johannes Kepler y Tycho Brahe).
Aunque no es necesario usar equipo especial para apreciar estos fenómenos astronómicos, el uso de binoculares y telescopios agregan detalles y texturas de la superficie lunar.