WASHINGTON.— Este miércoles los estadounidenses están en vilo por que no saben quién ganó las elecciones presidenciales del martes.
Desde la Casa Blanca y con el recuento aún en marcha, Trump ya denunció este miércoles un "fraude" electoral sin aportar pruebas y amenazó con recurrir al Tribunal Supremo para detener el recuento de votos.
Una Corte Suprema, por cierto, cuya mayoría conservadora el presidente ha logrado reforzar antes de los comicios con la ayuda del Senado, controlado por los republicanos, con el nombramiento de la jueza Amy Coney Barrett.
Pero, ante el retraso en los resultados, ¿cuál es el motivo principal?. Muchos estados facilitaron las votaciones por correo en medio de la pandemia de coronavirus y las preocupaciones sobre las multitudes en los centros de votación. Pero, por lo general, las boletas por correo toman más tiempo en procesarse que las presenciales.
DIFERENTES ESTADOS, DIFERENTES POSTURAS
Algunos estados con una larga experiencia en el uso de votaciones por correo habían implementado ajustes para esos pasos adicionales.
En Florida, los trabajadores electorales podían comenzar a contar boletas 22 días antes de los comicios. En Carolina del Norte, desde cinco semanas antes de la elección, las juntas condales insertaron las boletas aprobadas dentro de las máquinas de votación, lo que permitía una rápida tabulación el día de los comicios.
Pero otras entidades como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, todas ellas con legislaturas de mayoría republicana y todas ellas sin una clara inclinación política, tomaron la decisión consciente de esperar para no contabilizar boletas por correo antes del día de elecciones. Como resultado, les podría tomar varios días escrutar las boletas suficientes para proyectar un ganador.
El estira y afloja en los estados sobre el uso de boletas por correo ocurrió en momentos en que el presidente Donald Trump acusaba que el proceso de votación por correo estaba repleto de prácticas fraudulentas, algo que repitió la noche de las elecciones.
EL DÍA DE LAS ELECCIONES NO SIEMPRE ES EL PLAZO
Además hay otro giro que como ahora podría demorar el proceso de identificar al ganador: En algunos estados clave, se pueden admitir boletas por correo varios días después de la jornada electoral y aún contabilizarse, siempre que tengan el matasellos con fecha no posterior al día de elecciones. Los demócratas han argumentado que el gran número de votos en ausencia y la lentitud del servicio postal en algunas zonas hacen que esas precauciones sean necesarias.
Por ejemplo, las boletas enviadas por correo en Nevada no expiran sino hasta el 10 de noviembre siempre que hayan sido selladas hasta el día de las elecciones. En Carolina del Norte, el plazo es el 12 de noviembre.
HABRÁ IMPUGNACIONES
Los sondeos indicaban que la mayoría de los simpatizantes de Trump planeaban votar el día de las elecciones, mientras que más de la mitad de los seguidores de Joe Biden habían planeado votar por correo. Se prevé que el equipo legal de la campaña de Trump impugne la validez de muchas de las boletas por correo que se presenten en estados reñidos como Pensilvania y Wisconsin.
“Tendremos un importante contingente de abogados que estarán listos para repeler cualquier artimaña que intenten los demócratas”, dijo Tim Murtaugh, director de comunicaciones de la campaña de Trump incluso antes de la noche de elecciones.
El fantasma del litigio que proclamó presidente de EE.UU. al republicano George W. Bush persigue ahora a los estadounidenses. En el año 2000, la disputa se centró en Florida, donde Bush acabó imponiéndose a su rival, el demócrata Al Gore, por solo 537 votos después de que el Tribunal Supremo ordenara detener el recuento.
Esta vez, el foco está puesto en Nevada, Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, que aún no han declarado un ganador y que tienen un gran peso en el Colegio Electoral, el órgano que elige al presidente y, por ello, podrían resultar decisivos.
Sin embargo, Trump se ha proclamado vencedor sin conocerse los resultados definitivos, ha denunciado "fraude" electoral sin aportar pruebas e, incluso, ha amenazado con recurrir al Tribunal Supremo para frenar el recuento de las elecciones, la misma petición que formuló Bush con éxito.
El mandatario quiere que se dejen de contar las papeletas que se depositaron por adelantado porque, según los sondeos, los votantes demócratas votaron en mayor proporción de manera anticipada (en persona o por correo), mientras que los republicanos esperaron hasta la jornada electoral.
En respuesta, Biden ha asegurado que está preparado para un litigio y acusó a Trump de estar intentando "invalidar" la voluntad de los estadounidenses en las urnas.