Kamala Harris “suena diferente, se ve diferente y eso parece un gran cambio y entonces, en el pasado, cuando analizamos las elecciones presidenciales, cada vez que cambia una opción, generalmente eso ayuda a un candidato”.
Así se expresó la reconocida historiadora y escritora Lindsay M. Chervinsky, directora de la afamada Biblioteca Presidencial George Washington, durante una entrevista exclusiva con Telemundo Digital sobre la candidatura de la vicepresidenta, quien se convirtió en la postulante demócrata tras el abandono de Joe Biden a sus aspiraciones a la reelección
Harris debe ahora recibir los votos de los delegados quienes se reunirán en unos días en la Convención Demócrata en Chicago para oficializar su candidatura y hacerle frente en las elecciones de noviembre al candidato republicano, el expresidente Donald Trump.
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Chervisnky habló con Telemundo Digital sobre lo que nos puede decir la historia sobre este particular momento.
“La historia puede decirnos muchísimo sobre el momento actual. Por supuesto, no se puede predecir lo que va a pasar, pero tal vez pueda sugerir un par de tendencias”.
“En primer lugar, es muy difícil para el cerebro humano imaginar algo que no ha visto. Y normalmente, cuando pensamos en el liderazgo presidencial, tendemos a conceptualizar esa idea en términos masculinos, fuertes, vitales, tal vez poderosos. Y estas son cosas que solemos asociar con los hombres”, dijo.
“Por lo tanto, es un desafío para nuestro cerebro pensar en cómo podría funcionar el liderazgo femenino y seguir pensando en esos términos fuertes, poderosos, enérgicos, pero no necesariamente asociarlos con los hombres”.
“La otra cosa importante que la historia puede enseñarnos -continuó- es que una vez que las mujeres comienzan a postularse para estos puestos, cada vez se vuelve un poco más fácil para la siguiente persona”, añadió.
“No necesariamente es fácil, porque tenemos que superar algunas de esas expectativas adicionales o los dobles estándares, pero comenzamos a acostumbrar nuestras mentes a ver candidatas femeninas y evaluarlas en función de su experiencia en lugar de su género”.
¿Qué ha cambiado desde 2016, cuando Hillary Clinton fue candidata?
Chervinsky: Desde 2016, creo que hay dos cosas que han cambiado. En primer lugar, la gente ha empezado a hablar más y a pensar más sobre cómo reaccionamos ante las candidatas, y eso es muy importante porque a veces estos prejuicios, estos dobles estándares, ni siquiera son intencionales o maliciosos. Simplemente están profundamente arraigados en nuestra sociedad y en nuestra forma de pensar.
Por lo tanto, cuanto más tengamos estas conversaciones sobre el papel que desempeñan en la política, más podemos estar atentos a ellos e intentar evaluar realmente a las personas como individuos y no solo por su género.
El segundo aspecto que ha cambiado es que desde 2016 hay cada vez más mujeres líderes en las empresas y otros puestos de poder, ya sea en el gabinete o en la Corte Suprema. Y, por supuesto, en todo el mundo, hemos visto muchas mujeres líderes en otras democracias y otras sociedades democráticas como Nueva Zelanda y Alemania.
Y cuanto más ve la gente el liderazgo femenino, más cómoda se siente pensando en que las mujeres ocupen una posición de poder. Y, de hecho, Estados Unidos es la última sociedad democrática que no ha tenido una líder femenina, por lo que eso también debería ser parte de la conversación.
¿Qué ha pasado en Estados Unidos desde que Kamala Harris se ha convertido en candidata presidencial?
Chervinsky: Desde que Kamala Harris se ha convertido en la candidata presunta del Partido Demócrata, he notado un par de cosas. En primer lugar, he notado un esfuerzo por parte de muchos periodistas, mucha gente en la televisión, mucha gente involucrada en la política, por ser conscientes de la dinámica de género y racial, aunque no necesariamente hagan que la campaña se centre únicamente en esas cosas.
La otra cosa que estoy viendo es un esfuerzo por parte de muchos republicanos por no hacer que el candidato no haga que la campaña se centre en eso, sino que realmente intentan centrarse en las políticas.
Y hemos visto al presidente de la Cámara Baja (Mike) Johnson, hemos visto a otros líderes republicanos decir que no nos concentremos en la raza. No nos concentremos en el género.
Concentrémonos en las políticas. No todo el mundo va a seguir esas instrucciones, por supuesto, pero creo que hay un esfuerzo por intentar reconocer que el hecho de que alguien pueda ser el primero no significa que sea todo lo que es.
No obstante, hace unas horas, el expresidente Trump dijo que dudaba de que Harris era negra y sugería que cambió su identidad racial para ganar votos
Chervinsky: Uno de los desafíos cada vez que alguien se presenta como el primero, ya sea una mujer o una persona de color, es cómo abordar esa identidad. Esto fue algo con lo que Barack Obama tuvo que lidiar realmente. Esto es algo en lo que las mujeres en puestos de poder, ya sea en el gabinete o embajadoras, han tenido que pensar: ¿cómo reivindicar esa identidad y reconocerla sin que toda su campaña gire en torno a esas cosas?
Creo que cualquiera que mire a Kamala Harris reconocería que se identifica de varias maneras que no son blancas. La forma en que ella personalmente elija describir eso, depende de ella y, por supuesto, de los votantes, que pueden tomar esos comentarios como quieran.
¿Tiene Kamala Harris el viento a favor rumbo a noviembre?
Chervinsky: Bueno, debo decir que los historiadores somos notoriamente terribles predictores del futuro porque nuestro tema es generalmente el pasado. Pero creo que hay un par de diferencias clave en 2024 que podrían ayudar a Harris.
Uno, no es la primera candidata presidencial que se presenta con una plataforma de un partido importante, por lo que hay un poquito menos de presión. No mucho menos, pero solo un poquito menos, y eso es, creo, útil porque la gente ha comenzado a sentirse cómoda con ese concepto.
La segunda cosa es que ella ha servido como vicepresidenta, por lo que tiene esa credibilidad adicional, no es que la secretaria Clinton no fuera increíblemente experimentada. Creo que sí lo era, pero la gente ya se ha acostumbrado a que esté cerca de la Casa Blanca, y a veces ese es un obstáculo que la gente tiene que superar.
La tercera cosa que creo que hemos visto con su candidatura hasta ahora, y será interesante ver si esto continúa, es que ella representa una nueva generación.
Es una diferencia visual muy grande con respecto a Joe Biden y Donald Trump. Se ve diferente, suena diferente, parece un gran cambio y cada vez que hay un cambio, generalmente esa persona lo hace bien porque los estadounidenses tienden a tener períodos de atención bastante cortos y nos aburrimos un poco y nos gusta mezclar las cosas.
Entonces, en el pasado, cuando analizamos las elecciones presidenciales, cada vez que cambia una opción, generalmente eso ayuda a un candidato.