Al Schmidt, el ex comisionado electoral de Filadelfia, quien representó al partido Republicano y defendió el resultado del conteo de votos por correo en las elecciones del 2020, fue nombrado por el recién electo gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro a un puesto en su gabinete.
El funcionario será nominado para ser el Secretario de Estado de cara a supervisar lo que se espera que sea una elección reñida en el 2024 en el crítico campo de batalla presidencial.
Shapiro, un demócrata, hizo del puesto su primera selección de gabinete que anunció públicamente antes de su toma de posesión el 17 de enero.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 62 aquí.
La protección de las elecciones y los derechos de voto fue fundamental para la campaña de Shapiro, ya que enfatizó su intención de nominar a un secretario de estado "prodemocrático" y su papel, como fiscal general, en la lucha contra los esfuerzos en los tribunales por parte de Trump y sus aliados para anular las elecciones presidenciales de 2020. elección.
“Al Schmidt tiene un historial comprobado de defender nuestra democracia, proteger los derechos de voto y hacer frente al extremismo, incluso frente a amenazas graves”, dijo Shapiro en un comunicado.
Decisión Local
Schmidt, de 51 años, es republicano, lo que encaja con el tema de Shapiro de diseñar una administración bipartidista en Pensilvania políticamente dividida.
Schmidt es actualmente presidente y director ejecutivo del Comité de los Setenta, un grupo de buen gobierno en Filadelfia. Antes de unirse al grupo hace un año, Schmidt pasó una década como republicano elegido para la junta de tres miembros que supervisa las elecciones en Filadelfia.
Ocupar el cargo de Secretario de Estado está sujeto a confirmación en el Senado controlado por los republicanos. El trabajo tiene un salario de $165,000 consiste en supervisar cómo los 67 condados del estado llevan a cabo sus elecciones, brindándoles orientación y asistencia sobre cómo administrarlo, una tarea que se ha vuelto más compleja con el advenimiento de la conspiración y la ley de votación por correo.
