La exposición de opiniones a favor y en contra de remover el estatus ‘santuario’ en Allentown, Pensilvania fue tomada en cuenta la noche del miércoles en una reunión con el concejo de la ciudad.
Decenas de residentes, entre los que figuraron tanto inmigrantes con sus familias anglosajonas, así como miembros del partido conservador republicano (Tea Party), expusieron sus respectivas interpretaciones sobre la colaboración de agencias locales y migratorias.
Todo fue motivado por una carta enviada al concejo por el sector conservador donde se establece que Lehigh Valley no debe ser considerado ‘santuario’ por el Centro de Estudios de Inmigración y las políticas que implementan.
Según Tom Campione, portavoz del Tea Party, el estatus pone en riesgo $230 mil fondos federales que reciben entidades locales. “No queremos ver ilegales reintegrados a la comunidad después de un arresto y bajo la resolución actual eso es permitido. Si ICE no llega a tiempo por esta persona ese ilegal regresa a la comunidad y tenemos casos en los que cometen actos violentos”.
Janna Reiss, una madre anglosajona, cuya hija es producto de su relación con un ilegal mexicano, destacó que “no sé qué le voy a decir a mi hija cuando pregunte por su familia, cuando llegue de la escuela y no vea a su padre”.
Los concejales de la ciudad dijeron que sin una orden judicial no colaborarán con entidades migratorias (ICE).