WASHINGTON — La inflación está en su punto más alto en 40 años. Los precios de las acciones se están hundiendo. La Reserva Federal (Fed) aumentó las tasas de interés y está haciendo que los préstamos sean mucho más costosos. Y la economía se contrajo en los primeros tres meses de este año.
En medio de este panorama, ¿Estados Unidos corre el riesgo de sufrir otra recesión, apenas dos años después de salir de la última?
Por ahora, la mayoría de los economistas no prevén una recesión en el futuro cercano. A pesar de la inflación, los consumidores, el principal impulsor de la economía, siguen gastando a un ritmo constante. Las empresas están invirtiendo en equipos y software, lo que refleja una perspectiva positiva. Y el mercado laboral todavía está en auge, con fuertes contrataciones, pocos despidos y muchos empleadores ansiosos por encontrar más trabajadores.
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“Nada en los datos de EEUU actualmente sugiere que una recesión es inminente”, escribió el martes Rubeela Farooqi, de High Frequency Economics. “El crecimiento del empleo sigue siendo fuerte y los hogares siguen gastando.
Lo que sí es claro es que la economía enfrenta serios desafíos. La inflación llegó al 8.6% en EEUU, la más alta en los últimos 40 años y que ha disparado los costos de los alimentos y de la gasolina, que supera los $5 el galón a nivel nacional.
¿CÓMO AFECTA LA SUBIDA DE TASAS DE INTERÉS?
La Reserva Federal de EEUU anunció este miércoles el aumento de las tasas de interés en 0.75%, la más alta en casi 30 años.
Este cambio encarecerá las nuevas hipotecas de viviendas, los préstamos para la compra de automóviles, y los cargos en los pagos de las tarjetas de crédito para millones de estadounidenses, entre otras cosas, desde la tienda de comestibles hasta la bomba de gasolina y los precios de alquiler.
Para algunos expertos, esto podría presagiar el comienzo de un período de restricción crediticia agresiva por parte de la Fed y, con ello, un mayor riesgo de recesión.
Las tasas de préstamo más altas seguramente reducirán el gasto en áreas que requieren que los consumidores pidan prestado, siendo la vivienda el ejemplo más visible. La tasa promedio de las hipotecas fijas a 30 años superó el 5% en abril por primera vez en una década y se ha mantenido allí desde entonces. Hace un año, la media estaba por debajo del 3%.
Las ventas de viviendas han caído en respuesta. Y también lo han hecho las solicitudes de hipotecas, una señal de que las ventas seguirán desacelerándose. Una tendencia similar podría ocurrir en otros mercados, como automóviles, electrodomésticos y muebles, por ejemplo.
¿LA CAÍDA DEL MERCADO ACCIONARIO PERJUDICA LA ECONOMÍA?
La caída de los precios de las acciones puede desalentar a los hogares adinerados -que colectivamente poseen la mayor parte de la riqueza bursátil del país- a no gastar tanto en viajes de vacaciones, renovaciones de viviendas o electrodomésticos nuevos.
Los amplios índices bursátiles han caído durante semanas. La caída de los precios de las acciones también tiende a disminuir la capacidad de expansión de las empresas.
El crecimiento de los salarios, ajustado a la inflación, se desaceleraría y dejaría a los estadounidenses con un poder adquisitivo aún menor. Aunque una economía más débil eventualmente reduciría la inflación, hasta entonces los precios altos podrían dificultar el gasto de los consumidores.
Eventualmente, la desaceleración se alimentaría a sí misma, y los despidos aumentarían a medida que el crecimiento económico se desacelerara, lo que llevaría a los consumidores a reducir cada vez más sus actividades por temor a que ellos también puedan perder sus empleos.
¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DE UNA RECESIÓN INMINENTE?
La señal más clara de que podría estar acercándose una recesión, dicen los economistas, sería un aumento constante en la pérdida de empleos y un aumento en el desempleo.
Como regla general, un aumento en la tasa de desempleo de tres décimas de punto porcentual, en promedio durante los tres meses anteriores, ha significado que eventualmente seguirá una recesión.
OTRAS SEÑALES A TENER EN CUENTA
Muchos economistas también monitorean los cambios en los pagos de intereses, o rendimientos, en diferentes bonos en busca de una señal de recesión conocida como "curva de rendimiento invertida".
Las curvas de rendimiento invertidas generalmente significan que los inversionistas prevén una recesión y obligarán a la Fed a recortar las tasas. Las curvas invertidas a menudo son anteriores a las recesiones.
Aún así, puede tomar hasta 18 o 24 meses para que llegue la recesión después de que la curva de rendimiento se invierta. El martes se produjo una inversión de corta duración, cuando el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años cayó brevemente por debajo del rendimiento a 10 años, como lo hizo temporalmente en abril. '
Muchos analistas dicen, sin embargo, que comparar el rendimiento de 3 meses con el de 10 años tiene un mejor historial de pronóstico de recesión. Esas tasas no se están invirtiendo ahora.