Los estadounidenses están teniendo por fin un leve respiro en los precios al consumidor. La inflación interanual disminuyó al 8.5% en julio, 6 décimas menos que en junio, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Aunque es probable que la inflación permanezca alta durante meses, analistas creen que el país llegó a su pico máximo de inflación ante la caída en los precios de la gasolina y de los alimentos.
Los precios se mantuvieron estables en junio ya que los precios de la energía disminuyeron un 4.6% y la gasolina cayó un 7.7%. Eso compensó un aumento mensual del 1.1% en los precios de los alimentos y un aumento del 0.5% en los costos de vivienda.
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El informe del gobierno llega solo un mes después de uno de los reportes más altos de inflación, cuando el índice de precios al consumidor (IPC) se disparó en junio al 9.1% en comparación con el año anterior, el mayor aumento anual en las últimas cuatro décadas.
Sin embargo, por ahora, el incesante aumento de la inflación ha provocado una fuerte caída en la confianza de los consumidores en la economía y ha hecho caer los índices de aprobación del presidente Joe Biden en año de elecciones legislativas.
En cualquier caso, la elevada inflación sigue siendo la principal preocupación del Gobierno y también de la Reserva Federal, que el pasado 27 de julio volvió a subir los tipos de interés, que ahora se encuentran en una horquilla de entre el 2.25 % y el 2.5 %.
SE ESPERA LA APROBACIÓN DE LA LEY CONTRA LA INFLACIÓN
Ante este panorama, el Senado aprobó recientemente la llamada Ley de Reducción de la Inflación, la cual contempla una inversión total de $669,000 millones y la cual tendría un efecto menor en el aumento de los precios al consumidor.
Se espera que el proyecto sea aprobado esta semana en la Cámara de Representantes.
El proyecto hace parte del gran paquete económico impulsado por el presidente Joe Biden, que también incluye metas para desacelerar el calentamiento global, moderar los costos farmacéuticos y gravar a las enormes compañías.