MIAMI, Florida - Orlando Velázquez lleva 10 días de angustia, preocupado por la vida de su hija Paulina Marcela de 15 años, ingresada de emergencia en el Hospital General de Broward, luego de contagiarse con coronavirus.
"Se iba a vacunar a finales de junio, ese era el plan que teníamos", dijo Velázquez en declaraciones a la prensa.
Pero Paulina fue alcanzada por el mortal virus, que actualmente ha cobrado fuerzas, principalmente entre pacientes no vacunados.
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Su padre explicó que la menor comenzó a sentir dolores de oídos y de garganta semanas atrás.
Su hermano Thomas dijo que su madre sabía que "algo andaba mal".
"Llevó a mi hermana a urgencias, se estacionó en el garaje y mi hermana apenas podía salir, se sentía muy cansada y le dijo a mi mamá que no podía respirar, así que mi mamá tuvo que arrastrarla hasta urgencias", agregó.
La pediatra Jennifer Davis informó que Paulina fue admitida hace 10 días con una gran afectación respiratoria debido al COVID-19.
"Ha mejorado bastante pero desafortunadamente en las últimas 48 horas no hemos podido desconectarla del ventilador artificial", señaló.
Anieska, madre de Paulina reconoció que "es difícil como mamá, ver a su hija en ese estado" pero afirmó su optimismo en que "se va a curar y va a salir de esa enfermedad muy pronto".
