WASHINGTON DC - Hunter Biden, el polémico hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este miércoles durante una comparecencia en el Congreso que su padre nunca ha estado implicado en sus negocios y acusó a los republicanos de construir un "castillo de naipes de mentiras".
Hunter Biden apareció ante un comité de la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, para una comparecencia a puerta cerrada después de que fue declarado en desacato al haberse negado a participar cuando fue citado la vez pasada, en diciembre.
"Estoy aquí hoy para brindar a los comités el único hecho indiscutible que debería poner fin a la premisa falsa de esta investigación: no involucré a mi padre en mis negocios", indicó Biden en su testimonio inicial, que fue filtrado a medios estadounidenses.
"No (lo involucré) mientras era abogado en ejercicio, ni en mis inversiones o transacciones nacionales o internacionales, ni como miembro de la junta directiva, ni como artista. Nunca", añadió el hijo del presidente.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 62 aquí.
La declaración de Hunter Biden forma parte de una investigación de juicio político ('impeachment') liderada por los republicanos contra el presidente por tráfico de influencias al haber presuntamente intercedido en favor de familiares y socios en negocios internacionales.
Los republicanos aseguran que la familia de Biden -especialmente su hijo Hunter- recibió más de $15 millones de empresas y gobiernos extranjeros de Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumanía y China entre 2014 y 2019. Sus socios habrían recibido otros $9 millones.
Pero la semana pasada, el exinformante del FBI que ha servido para fundamentar parte del caso contra los Biden, reconoció que la inteligencia rusa le proporcionó información que ha resultado ser falsa.
"Durante más de un año, sus comités me han perseguido en su persecución política partidista contra mi padre. Han traficado con insinuaciones, distorsiones y sensacionalismo, ignorando al mismo tiempo las pruebas claras y convincentes que tenían en su cara", dijo Hunter Biden.
Una vez concluido su testimonio inicial, el hijo de Biden empezó a responder a las preguntas de los congresistas, en una declaración que a esta hora todavía continúa y de la que no se ha filtrado el contenido más allá de algunas reacciones de legisladores.
La republicana Nancy Mace aseguró a periodistas que "Hunter Biden está siendo desafiante y también deshonesto. Su testimonio, parte del mismo, está en conflicto directo con el de otros testigos".
Por su parte, el demócrata Jamie Raskin instó a los republicanos a "guardar la carpa del circo" ya que, según dijo, ninguno de sus miembros "puede afirmar qué cree que Joe Biden hizo, incluso como ciudadano, que pueda constituir algún tipo de delito penal".
Coincidiendo con la comparecencia de Hunter Biden, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, insistió que los republicanos "no han descubierto ninguna prueba de irregularidades por parte de Biden" y que "la premisa central de su investigación continúa desmoronándose".
En el marco de esta misma investigación, la semana pasada fue citado el hermano del presidente, James Biden, que como hoy Hunter declaró que el mandatario no ha tenido nada que ver en sus negocios.
Hunter Biden lleva años en el ojo del huracán después de que el expresidente Donald Trump (2017-2021) empezase a utilizarle para atacar a su padre.
A Hunter se le cuestiona haber formado parte entre 2014 y 2019 de la junta directiva de Burisma, una gasística ucraniana, sin experiencia previa en el sector y cuando su padre, como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), estaba a cargo de la estrategia de Washington con Kiev.
En su caso, además, las críticas han adquirido un tono sensacionalista debido a un periodo de adicción a las drogas por el que atravesó el hijo del mandatario, del cual se han filtrado centenares de fotografías.
En paralelo a la investigación en el Congreso, el hijo de Biden tiene dos causas penales abiertas, una por fraude fiscal en California y otra por compra ilegal de armas en Delaware.