Las toallas desechables de higiene personal están afectando gravemente el sistema de alcantarillado y tuberías de una de las ciudades de Montgomery County, en Pensilvania.
Según los datos provistos, Pottstown gastó alrededor de $120 mil el año pasado reparando maquinaria rota y sacando grumos de las toallitas desechables de las bombas de aguas residuales en la planta del distrito.
“Salen del inodoro y llegan directo a la planta", dijo Jason Skimski, un trabajador de la planta de tratamiento de Pottstown. "Causa estragos".
A pesar de ser biodegradables y desechables, existe un historial bien documentado de que las toallas húmedas no se desintegran antes de llegar a las instalaciones de alcantarillado.
El problema se ha vuelto tan grave en Pottstown que la ciudad ha separado un contenedor de basura fuera de la planta exclusivamente para depositar las toallitas húmedas.
"Tratamos de eliminarlos, triturarlos y cortarlos. Hay mucho que puedes hacer", dijo Skimski.
El plomero local Mike Krasle, de Krasley Plumbing and Heating, dijo que recientemente ha habido un aumento de tuberías tapadas relacionados al uso de este tipo de toallas en de hogares y negocios.
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“Antes eran los juguetes el cepillo de dientes que se caían por el inodoro", dijo Krasley. “Ahora el noventa por ciento de las veces son las toallitas. Es un problema que aumenta“.
Skimski dijo que no cree que sea un problema que se pueda solucionar pronto, por lo que se solicitó una subvención de $500,000 para actualizar la planta de tratamiento para que puedan procesarse mejor.
Mientras tanto, se instó a los residentes a dejar de tirarlas por el inodoro.