¿Ese café que nos servimos por la mañana? Tiene 600,000 años de antigüedad.
Valiéndose de genes de plantas de café de todo el mundo, investigadores elaboraron un árbol genealógico para el tipo de café más popular del mundo, conocido por los científicos como cafeto arábigo y por los amantes del café simplemente como “arábigo”.
Los investigadores, con la esperanza de aprender más acerca de las plantas para protegerlas mejor de las plagas y el cambio climático, hallaron que la especie surgió hace unos 600,000 años a través de la reproducción cruzada natural de otras dos especies de café.
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“En otras palabras: antes de cualquier intervención del hombre”, señaló Victor Albert, biólogo de la Universidad de Buffalo que codirigió el estudio.
Estas plantas silvestres de café se originaron en Etiopía, pero se cree que fueron tostadas y preparadas en primera instancia principalmente en Yemen a partir del siglo XV. En el siglo XVII, se dice que el monje indio Baba Budan contrabandeó siete granos de café crudo de regreso a su patria desde Yemen, estableciendo las bases para que el café se hiciera popular a nivel mundial.
El café arábigo, apreciado por su sabor suave y relativamente dulce, ahora ocupa del 60% al 70% del mercado global de café y es preparado por marcas como Starbucks, Tim Horton's y Dunkin'. El resto lo ocupa el café robusta, un café más fuerte y más amargo hecho a partir de uno de los padres del arábigo, el coffea canephora.
Para reconstruir el pasado del café arábigo, los investigadores estudiaron los genomas del coffea canephora, de otro progenitor llamado coffea eugenioides, y de más de 30 plantas distintas de arábigo, incluida una muestra del siglo XVIII —cortesía del Museo de Historia Natural de Londres— que el naturalista sueco Carlos Linneo utilizó para nombrar a la planta.
El estudio fue publicado el lunes en la revista Nature Genetics. Investigadores de Nestlé, propietaria de varias marcas de café, contribuyeron a la investigación.
La población de la planta arábiga fluctuó a lo largo de miles de años antes de que los seres humanos empezaran a cultivarla, floreciendo durante periodos cálidos y húmedos y padeciendo en tiempos de sequía. Estas épocas de carestía crearon los así llamados cuellos de botella poblacionales, en los que sólo una pequeña cantidad de plantas genéticamente similares sobrevivieron.
En la actualidad, eso hace que las plantas de café arábigo sean más vulnerables a enfermedades como la roya del café, que causan miles de millones de dólares en pérdidas cada año. Los investigadores exploraron la composición de una variedad de arábiga que es resistente a esa roya, poniendo de relieve secciones de su código genético que pudieran ayudar a proteger la planta.
El estudio aclara cómo se desarrolló la arábiga y muestra pistas que podrían ayudar a proteger la cosecha, dijo Fabian Echeverria, asesor del Centro para la Investigación y Educación sobre el Café en la Universidad de Texas A&M, que no participó en la investigación.
Explorar el pasado y el presente de la arábiga podría aportar información para mantener saludables a las plantas de café —y las tazas llenas— para las mañanas futuras en que uno disfruta su café.