Un tornado azotó la ciudad de Perryton, en la zona del Panhandle de Texas, matando a tres personas, hiriendo a docenas más y causando daños generalizados mientras otra serie de feroces tormentas se abría paso a través de los estados del sur.
El Servicio Meteorológico Nacional de Amarillo confirmó que un tornado azotó la zona el jueves por la tarde. Autoridades oficiales dijeron durante la noche que dos personas estaban desaparecidas.
El jefe de bomberos de Perryton, Paul Dutcher, dijo que tres personas murieron, incluida al menos una persona que murió en un parque de casas móviles que recibió el "golpe directo" de un tornado. Dutcher dijo que al menos 30 remolques resultaron dañados o destruidos.
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La Oficina del Alguacil del condado Ochiltree identificó a una de las víctimas como Becky Randall, quien "nació y se crió en esta ciudad". "Ella vivía para esta ciudad y la gente de esta ciudad", dijo a NBC News la nuera de Randall, Randi Cunningham, quien la describió también como un "ángel en la Tierra".
Las otras víctimas fueron identificadas como Matthew Ramírez, de 11 años, quien estaba en el tráiler de su familia cuando murió, y Cindy Bransgrove, de 67 años, quien estaba en un banco de alimentos cuando falleció, dijo la oficina del alguacil.
Personal médico del área y de Oklahoma acudieron a la ciudad, de más de 8,000 habitantes y situada a unos 185 kilómetros al noreste de Amarillo, justo al sur de la frontera con Oklahoma.
Casas móviles fueron destrozadas y las camionetas con el parabrisas destrozado fueron impactadas contra montones de escombros en áreas residenciales.
El centro de Perryton también fue azotado. Alrededor de dos cuadras de negocios sufrieron graves daños, incluida una tienda de artículos de oficina, una florería y una peluquería a lo largo de la calle principal de la ciudad. Una minivan fue empujada contra la pared exterior de un teatro.
El Departamento del Alguacil del condado Ochiltree dijo que impondría un toque de queda desde la medianoche hasta las 6 a.m. del viernes debido a las líneas eléctricas caídas y otros peligros que podrían no ser visibles en la oscuridad.
Alrededor de 475,000 clientes se quedaron sin electricidad en Texas, Louisiana, Mississippi y Oklahoma hasta el viernes por la mañana, según el sitio web poweroutage.us.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el jueves que había dado instrucciones a la División de Gestión de Emergencias del estado para ayudar en todo, desde el control del tráfico hasta la restauración del agua y otros servicios públicos, si fuera necesario.
En otras partes de Texas y otros estados del sur que se extienden hasta Florida, las advertencias de calor estaban vigentes el jueves y se pronostica que en el fin de semana de fiesta Juneteenth las temperaturas alcancen hacia 100 grados Fahrenheit. Se espera que la sensación térmica sea hasta de los 110 grados Fahrenheit.
El sistema de tormentas también trajo granizo y posibles tornados al noroeste de Ohio.
En el condado de Sandusky (Ohio) se destrozó un granero y se derribaron árboles, y en el norte de Toledo se cayeron líneas eléctricas, dejando a miles de personas sin electricidad. El servicio meteorológico informó de "una fuerte tormenta capaz de producir un tornado" sobre Bellevue y de tormentas que mostraban "signos de rotación" en otras zonas.
Era el segundo día consecutivo en que fuertes tormentas azotaban EEUU. El miércoles, los fuertes vientos derribaron árboles, dañaron edificios y sacaron coches de una autopista desde el este de Texas hasta Georgia.