Dos padres lograron averiguar por qué sus hijos se sentían fastidiosos, como si no hubieran dormido en toda la noche. Y era precisamente por eso.
Una cámara de monitoreo de niños instalada por Jonathan y Susana Balking en su casa de Nueva York reveló lo que hacen sus mellizos de dos años luego que los ponen a dormir, durante un transcurso de siete horas.
Andrew y Ryan, los pequeños hermanos gemelos, escalan sus cunas y logran salirse, luego hacen piruetas en el suelo lleno de almohadas, saltan, se toman un descanso en su sillón, y repiten esto durante horas.
Cuando el padre de los niños entra en la habitación, lo devuelve a sus cunas y acomoda el desastre. Pero a los pocos minutos que Jonathan Balking cierra la puerta, Andrew y Ryan vuelven a hacer de las suyas.
Lo interesante es que parte del tiempo los niños se sientan en su sillón simplemente a conversar entre ellos, algo que podría demostrar lo fuerte de su conexión de hermanos gemelos.
Los niños vuelven a salir por tercera vez de sus cunas. Los padres los vuelven a entrar y los regañan para que se duerman.
Pero los niños salen de sus cunas por cuarta vez, y luego, ya cansados, escalan solos devuelta a sus camas.