Una serie de ataques por sorpresa, nocturnos y continuos se registraron por los pasados meses en el vecindario de Kensington en Filadelfia entre la comunidad indigente.
Y es que, pese a que las personas sin hogar o sumidas en la crisis de opioides, no suelen reportar este tipo de incidente, el Departamento de Salud intenta lidiar con el problema. “Los han encendido en fuego. Han salido con pistolas esas de tirar bolines de metal y las que tiran las bolas de pintura y les han pegado cantazos o golpes mientras estaban durmiendo en los parques”, relató Elvis Rosado del Departamento de Salud.
Las agresiones están a manos de adolescentes y casi siempre son de madrugada en el Parque McPhearson o áreas aledañas, según los funcionarios.
“Son chamaquitos, jovencitos y estamos hablando de que están afuera a las dos o tres de la mañana haciendo estas fechorías y golpeando a la gente”, sostuvo Rosado.
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Vecinos como Jorge, quien no quiso identificarse con apellido, explicaron a TELEMUNDO 62 que la situación se enfatizó desde que inició la pandemia y los menores deben estudiar desde la casa. “Como no están yendo a las escuelas, están en las calles y lo que están haciendo son maldades dándoles golpizas a esos pobres indigentes”.
Son las clínicas comunitarias, tales como Prevention Point, quienes se han encargado de atender a las personas sin hogar.
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“Han visto de una a tres personas por semana con golpes, pero debemos tener en cuenta que son golpes bastante serios también”, agregó Rosado al mencionar que “el miedo mío es que uno de estos jóvenes vaya a golpear seriamente a alguien o posiblemente quitarle la vida. O que una de esta gente decida, posiblemente, que ya no aguanto más y agarre un niño de esos y le quite la vida”.
Por su parte, la concejal María Quiñones Sánchez, quien está a cargo del distrito dijo que “no se debe tolerar la violencia contra ninguna persona, pero tenemos que trabajar con estos jóvenes y explicarles que no es justo”. La funcionaria agregó que no se deben criminalizar a los muchachitos más sí educarlos.
El Departamento de Salud teme que haya muchos más afectados por este tipo de agresión de improvisto, pero que no lo han develado. La mayoría de los ataques son con ladrillos, tubos, balas de goma y de pintura, así como puños y patadas.
La Oficina de Servicios a los Indigentes, OHS por sus siglas en inglés, recibió una asignación de fondos $1.3 millones para los programas de vivienda rápida y asequible. Se trata de un periodo de 12 a 24 meses de pagos de la renta asistidos acompañados de un contrato de vivienda para que los indigentes no regresen a la calle y puedan hacer su vida.
