La más reciente víctima de la violencia armada es una madre de 32 años quien fue tiroteada dentro su auto estacionado frente de un parque de Filadelfia. Isabel Sánchez nos amplía.
Tres armerías, dos de Filadelfia y una de Pensilvania, fueron demandadas por la ciudad del Amor Fraternal por facilitar la venta ilegal de armas que contribuyen a la crisis violenta.
Se trata del segundo esfuerzo de Filadelfia por combatir la violencia armada, el primero fue hacia los manufactureros de piezas de armas fantasma, y este tiene que ver con “cuando generan la venta se hacen de la vista larga y no verifican al comprador”.
Los establecimientos demandados son los siguientes:
- Frank’s Gun Shop & Shooting Range en Filadelfia
- Delia’s Gun Shop en Filadelfia
- Tanner’s Sports center en Jamison
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Según los abogados del cabildo estos establecimientos “son la fuente de 1,300 recuperadas en Filadelfia tras crímenes violentos entre el 2015 y 2019”.
“Este es un paso adicional en la batalla contra la violencia armada. Las armerías en nuestra región tienen que parar la venta ilegal de armas porque contribuyen al deterioro de nuestras comunidades”, destacó el alcalde Jim Kenney en una conferencia de prensa. “No está bien que personas que no deban tener armas en su poder las tengan. Es tiempo de que los que las venden de forma ilegal enfrenten la ley”.
La demanda describe las transacciones de compra y venta como “straw purchasing” en referencia a “cuando un comprador adquiere armas con la intensión de transferirlas ilegalmente a otra persona o para abastecer el mercado ilícito”.
Local
En una investigación hallaron que se generaron en esos establecimientos múltiples ventas de armas duplicadas con la colaboración entre vendedor y comprador, así como la presentación de identificaciones falsas. Según la pesquisa se vendieron 158 armas en las que al menos 32 compradores tenían la intensión de transferirlas entre marzo 2018 a marzo 2022.
“El impacto de la violencia armada en nuestras comunidades ha afectado el sentido de seguridad de cada residente de Filadelfia. Esto no puede continuar y el trabajo no es solo de la Policía”, agregó la comisionada Danielle Outlaw. “Esta práctica de compra y venta de armas es perturbadora, porque los individuos que las traspasan están evadiendo nuestra labor como la uniformada en tratar de detener la violencia”.
