En un afán por detener la crisis de violencia armada en Filadelfia, el cabildo entabló una demanda contra dos de los manufactureros de piezas de pistolas o rifles fantasma que se pueden montar en casa con herramientas de uso diario.
Se trata de una investigación “exhaustiva”, según Diana Cortés, la abogada de la ciudad, en la que se establece un patrón insalubre que no solo le cuesta dinero al cabildo, sino que sigue proliferando.
Las empresas incluidas en la demanda son Polymer80, Inc. y JSD Supply. “Estas no son las únicas, pero son las más utilizadas en Filadelfia o por el consumidor citadino. Llegamos a estos dos manufactureros tras una investigación con la ayuda de la Policía”, destacó la letrada.
“Estamos buscando sanidad, sentido común. Estas armas no solo son imposibles de rastrear, sino que pasan desapercibidas en los detectores de metales. Necesitamos que la legislatura haga algo, porque cada vez que venimos con ideas innovadoras para atajar la crisis de violencia armada nos frenan”, sostuvo el alcalde Jim Kenney.
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Según datos de la Policía de Filadelfia en los pasados cinco años se ha visto un aumento en la proliferación de armas fantasma. Un portavoz del laboratorio de armas dio a conocer lo siguiente:
- En el 2020 se vio un incremento de 95 a 250 en comparación con el año anterior.
- En el 2021 se recuperaron 571.
- En el 2022 se recuperaron 575.
- En lo que va del 2023 se han recuperado 292, dos de las cuales fueron portadas por el pistolero del tiroteo masivo en el vecindario de Kingsessing.
La demanda no es solo de clase, sino que busca compensación monetaria por la inversión que ha hecho el cabildo para erradicar la violencia armada con, entre otras cosas, programas de prevención, así como el costo de atender a las víctimas y sus familiares. Tanto que la secretaria de salud Cheryl Bettigole lo llamó una crisis de violencia armada que consume el sistema sanitario.
De acuerdo con al demanda los manufactureros violan la ley de Pensilvania de la siguiente manera:
- Les proveen a sus clientes “kits” de confección de armas a personas sin someterlos a una verificación de antecedentes penales.
- Aseguran que sus productos no son armas, sino las partes de ensamblaje.
- Son populares para aquellos que por ley no pueden comprar armas debido a su historial delictivo.