Tres miembros de una misma familia hispana en Filadelfia, quienes operaban una empresa de mudanza que cambió varias veces de nombre para evitar sanciones, enfrentan cargos por supuestamente intimidar a sus trabajadores, abusar de ellos sin paga y hasta timar a los clientes, según el fiscal e distrito Larry Krasner.
Se trata de las siguientes personas:
- Juan Carlos Tapia
- Michael Tapia
- Juliana Santos Tapia
El trío fue arrestado el pasado 25 de julio por un esquema de fraude y explotación laboral en varias partes del triestado desde enero 2021 a julio 2024 en el sector de Somerton de Filadelfia.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 62 aquí.
Según Krasner los presuntos implicados habrían “amenazado a sus trabajadores con la deportación, por el estatus migratorio de algunos”, así como “habrían amenazado con herir a sus familiares en el exterior donde no tiene la protección de Estados Unidos”.
“No podemos permitir este tipo de comportamiento porque les están robando a los trabajadores, al gobierno y a los clientes”, destacó el funcionario.
Los Tapia, supuestamente, creaban una torre de cajas en el camión que utilizaban para las mudanzas y les decían a los clientes que no cabía más de sus pertenencias por lo que debían cobrar otro viaje. También evitaron el pago de impuestos y compensación de horas extra a los empleados.
Las empresas que se mencionaron en la conferencia de prensa el lunes, cinco de agosto, con las que se manejaba la familia tapia eran:
- Pro Tri State Movers
- EJ Relocations
“Estamos aquí en busca de justicia para los trabajadores y para los clientes. También vamos a reforzar la oficina de delitos contra los trabajadores, apoyado por varios concejales de Filadelfia, para que este tipo de práctica no siga pasando. Queremos que los patronos sepan que si están haciendo las cosas bien, todo esta bien, pero si no van a ser procesados”, recalcó Krasner.
Según los fiscales los empleados de los Tapia eran sometidos hasta 80 horas de trabajo semanales sin compensación extra y protecciones para levantar artículos pesados. "No podemos acertar el robo de la gente que trabaja", recalcó Krasner.