Un padre hispano fue acusado por poner en riesgo la seguridad de su propio hijito al supuestamente haber dejado dos armas cargadas en la cama de la vivienda familiar al alcance del menor, según la fiscalía.
Se informó que el chiquillo, de dos años, habría obtenido una de las pistolas de su progenitor y se autoinfligió un tiro en el pecho que le dejó marcas en la piel, por la proximidad, le laceró el pulmón y le rompió las costillas.
El hecho tuvo lugar el pasado 15 de mayo en el vecindario de Pottstown, Pensilvania, a eso de las 5:00 p.m.
Luis Marín, de 34 años y padre del menor, se entregó a las autoridades el 25 de septiembre y fue procesado por los cargos y se le fijó una fianza de $50,000 con una cláusula que le prohíbe guardar armas en la vivienda familiar.
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El chiquillo sobrevivió el balazo.
Esto es lo que sabemos de la investigación:
- Luis Marín fue a la habitación principal del segundo nivel de la casa familiar para buscar un bulto que le iba a prestar a su sobrino.
- En ese bulto guarda sus armas de fuego cargadas.
- Cuando buscó el bolso sacó las armas y las dejó encima de la cama.
- Acto seguido le dio la bolsa a su sobrino y este se fue de la casa.
- El menor, de dos años, estaba solo con el padre en la vivienda.
- Marín les dijo a los investigadores que estaba en la cama jugando con el celular cuando escuchó un tiro y vio a su hijito caer al suelo.
- Acto seguido lo cogió en brazos y salió corriendo fuera de la casa cuando llegaba la madre del menor y los transportó al hospital.
La vista preliminar en contra de Marín fue pautada para el ocho de octubre 2024.