El nuevo arzobispo de Filadelfia, Nelson J. Pérez, no quiere que lo etiqueten por ser hispano, pero está claro que es motivo de júbilo para la comunidad inmigrante su nuevo puesto a la cabeza de la iglesia católica en la zona.
En las primeras palabras tras su nominación, que entrará en vigor en febrero 2020, agradeció el regresar a la ciudad del Amor Fraternal, porque aquí se hizo seminarista y mantiene “buenos amigos”.
“A mí no me gusta usar etiquetas, soy yo mismo. Primero que nada, soy un sacerdote, un obispo. Mi deseo es reconectar con todos en este caminar, visitarlos en las escuelas y parroquias”, apuntó el religioso al tiempo que destacó que “un saludo especial a ustedes, que para muchos fui y seguiré siendo Padre Nelson. Tengo mucho entusiasmo de encontrarme con las caras nuevas y las veteranas que conocí profundamente. Son más de 23 países latinoamericanos que comprende la comunidad hispana en Estados Unidos y aquí también”.
El líder católico deja la Arquidiócesis de Cleveland, que manejó por siete años, para reintegrase a Filadelfia tras la salida del arzobispo Charles Chaput.
“Les pido que pidan por mí y les prometo que pediré por ustedes. Mi sueño es llevar la visión del Papa Francisco de una iglesia con discípulos misioneros que se haga realidad cada día más en nuestras vidas una comunidad que tome iniciativa. Todo parte de la verdad del evangelio que vive con espíritu profundo”, destacó Padre Nelson.
El alto miembro del clero tomó unos instantes para dirigir unas palabras a las víctimas de abuso sexual, tras el escándalo que opacó la imagen de la iglesia católica en Pensilvania.
“Las víctimas heridas por la iglesia, por los nuestros, sepan que estoy rezando por su sanación y están en nuestros corazones. Eso nunca debió haber ocurrido, estamos apenados”.