El objetivo de la alcaldesa Cherelle Parker de hacer de Filadelfia la ciudad más segura, limpia y verde de Estados Unidos ya se ha topado con un obstáculo en lo que respecta a ser verde.
Parker no solo heredó docenas de cargadores municipales de vehículos eléctricos que carecen de permisos e inspecciones, sino que ahora también tendrá que responder a una auditoría del Departamento de Licencias e Inspecciones (L&I) que analiza la pérdida de productividad del departamento como resultado de su política de carga de vehículos eléctricos.
La contralora de la ciudad, Christy Brady, lanzó una auditoría de L&I a principios de este año y rápidamente se dio cuenta de que el uso de cargadores rápidos públicos por parte del departamento es un problema.
"Ni siquiera pensé que iba a mirar en esta dirección… la falta de infraestructura en la ciudad es un problema para que los inspectores hagan su trabajo", dijo Brady en una entrevista.
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Pero cuando escuchó continuamente a los inspectores acerca de cómo pasan hasta el 20% de sus horas de trabajo cargando sus vehículos, dijo que tenía que investigarlo.
Aparentemente ninguno de los edificios de L&I está equipado con cargadores de vehículos eléctricos. Sin embargo, L&I tiene más de 100 automóviles de la flota de vehículos eléctricos de la ciudad asignados a sus inspectores.
Por lo tanto, los inspectores tienen que conducir hasta determinadas estaciones públicas de carga rápida durante su jornada laboral para cargar.
A veces esas estaciones se llenan de gente esperando y Brady dijo que los inspectores han planteado preocupaciones sobre la seguridad pública.
"Los inspectores han salido a hablar de cuestiones de seguridad con personas que cortan las colas y luego tienen altercados en estas estaciones de carga", añadió.
La auditoría de L&I podría tardar un año en completarse. "Es una pena" que la ciudad compre vehículos eléctricos y luego no tenga la infraestructura adecuada. Es una gran iniciativa para ser más ecológicos y limpios. Pero no tener la infraestructura en algunos lugares es definitivamente un problema", afirmó Brady.
La ciudad tiene cargadores colocados en edificios y estacionamientos para otros departamentos con vehículos eléctricos, como los departamentos de Biblioteca Gratuita, Agua y Salud.
Sin embargo, L&I emitió violaciones a los 54 sitios de carga de vehículos eléctricos de la ciudad.
Según un portavoz de L&I, cada infracción conlleva una multa de 300 dólares, lo que no es mucho teniendo en cuenta el presupuesto de más de 6 mil millones de dólares de la ciudad.
Pero es algo que, según el nuevo director general de la ciudad, Adam Thiel, es un tema que será abordado por la administración Parker.
"Lo estamos investigando y solucionándolo", dijo Thiel después de una conferencia de prensa esta semana en la que se anunció un programa piloto para capacitar a las personas en suministros e infraestructura de vehículos eléctricos. "Creo que en el futuro queremos asegurarnos de que cualquiera de esas instalaciones esté terminada 100% correctamente de acuerdo con todas las normas, reglamentos y códigos."
Los registros de L&I muestran que los cargadores de vehículos eléctricos de la ciudad no pasaron una segunda ronda de inspecciones a fines de enero.
Thiel dice que la administración aún no ha determinado quién instaló los cargadores de la ciudad. "No hemos llegado al fondo del asunto. Como dije, este es el día 40 o lo que sea. Estamos lidiando con una amplia gama de problemas".
La ciudad cuenta actualmente con 107 cargadores instalados y habrá más en el futuro.
Los registros obtenidos a través de una solicitud de registro público muestran que la ciudad compró 170 cargadores de vehículos eléctricos.
Thiel dijo que la ciudad aún no tiene una fecha para poner en servicio más cargadores. "Necesitamos más trabajadores cualificados para instalar este tipo de infraestructura", según Thiel.
