"Tengo un bebé que se cayó en la piscina", así comenzó una abrumadora llamada al 911 en Nueva Jersey cuando una mujer llamó indicando que un bebé no respiraba y necesitaban ayuda.
Un niño de tres años casi se ahoga en una piscina en una residencia en la costa de New Jersey.
Durante la llamada que recibió una de las operadoras del centro de llamadas de emergencia el fin de semana de Los Padres en junio pasado, le decían que nadie sabía cómo ayudar al infante.
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El niño fue sacado inconsciente y sin respirar, indicaron las autoridades a cargo de lo ocurrido.
“Cuando tenemos una llamada como esa, la velocidad es lo más importante”, dijo Kelly Ferrier, Oficial de Comunicaciones de la Policía de Margate en NJ.
Durante un desafortunado evento como este, cuando los operadores reciben llamadas de este tipo, Ferrier comentaba que lo más importante es llegar rápido y buscar a alguien que sepa dar CPR (resucitación cardiopulmonar).
Más adelante alguien tomó acción y le dio CPR al niño en lo que llegaban los paramédicos y los oficiales de policía.
“Un familiar en la escena… dio un CPR fenomenal”, mencionó James Costa, un oficial de policía de la ciudad de Margate.
Una vez en la escena, el policía Costa inmediatamente se unió al esfuerzo para revivir al niño, que luego logró volver a respirar.
“Me hice cargo de las compresiones y después de un par de veces, Jordan comenzó a toser agua”, dijo Costa. “Emitió el mejor sonido de todos los tiempos. Fue el equivalente a escuchar nacer a mi hijo… un gran alivio. Traté de consolarlo un poco… y se lo pasé a mamá antes de que lo enviaran a la ambulancia”.
Las autoridades dijeron que lo que estuvo a punto de suceder es otro ejemplo de cómo un niño sólo puede tardar un segundo en ahogarse. Por lo que envían un recordatorio a la comunidad para que permanezcan alerta en todo momento, y principlamente durante el verano con las visitas a las playas y piscinas.
