Pensilvania

Shapiro condena antisemitismo y tilda de “vergonzosas” palabras de presidenta de Penn

El gobernador de Pensilvania hizo una parada en Filadelfia para comprar comida de Goldie's un restaurante boicoteado por tener un dueño judío.

Telemundo

El Gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, habló en un evento comunitario sobre la crisis de Israel y el aumento del antisemitismo en el estado.

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro condenó el antisemitismo y el odio tras hacer un pedido en un restaurante de Filadelfia que fue boicoteado por personas en contra de los judíos.

El funcionario explicó que “es mi deber alzar la voz y repudiar el odio porque no hay espacio para eso en Filadelfia ni en ninguna parte del estado. La única razón por la que este restaurante y otros parecidos han sido boicoteados y foco de manifestaciones es porque sus dueños son judíos y eso señores es la definición de antisemitismo”.

Shapiro hizo una orden para llevar de falafel y batidas con tahini de Goldies, un establecimiento que fue el epicentro de una manifestación que se tornó violenta en la ciudad del Amor Fraternal el pasado domingo. “Estamos en la cuna de la democracia y la gente tiene derecho a protestar y compartir sus ideas, pero no hay espacio para el antisemitismo, el fanatismo o el odio”. Recalcó.

El mandatario aprovechó además para tildar de “desacertada e inaceptable” la presentación bajo juramento y ante el congreso de la presidenta de la Universidad de Pensilvania, Liz Magill. La líder universitaria estuvo presente en una vista con otros homólogos para hablar de las opciones que se deben establecer para proteger a los estudiantes en caso de antisemitismo.

“Sus comentarios fueron vergonzosos. No hay nada positivo ante el genocidio, ni de judíos, ni de nadie ya sean personas LGBTQ o negros. Estuvo mal, porque sus acciones representan el sentir de la institución y la Junta Universitaria”, apuntó al agregar que este organismo deberá “tomar decisiones importantes claras” de cara al futuro.

Shapiro insistió en que previamente ha tenido conversaciones tanto con Magill como con los líderes de la Junta Universitaria sobre el tema y la forma en que se pueden proteger a los estudiantes “luego de una fiesta que llevaron a cabo llena de odio en el campus”. “Siento que fallaron en todo momento en tomar las determinaciones correctas para lidiar con la problemática”.

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