Un hispano figura como el sospechoso de haber disparado contra un oficial de Filadelfia durante una parada de tránsito el pasado sábado, según la Policía.
Se trata de Ramón Rodríguez Vázquez, de 36 años, sobre quien pesan cargos criminales por dos eventos violentos: la balacera contra el uniformado y por parapetarse en una casa ajena con el inquilino, de 20 años aproximados. Se le fijó una fianza combinada de $12.5 millones y la suma podría cambiar si es que ocurre un deceso.
El agente herido permanece entre la vida y la muerte en Temple University Hospital conectado a un respirador artificial. El policía sostuvo un tiro en el cuello cuando el sospechoso hizo tres detonaciones contra los oficiales.
El hecho de sangre tuvo lugar el pasado 22 de junio pasadas las 7:00 p.m. en la cuadra 3500 de F Street.
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Según el comisionado de investigaciones Frank Vanore dos uniformados generaron una parada de tránsito tras observar un Toyota Echo color azul. El conductor del vehículo fue identificado como Rodríguez Vázquez quien en medio de la intervención policiaca hizo una llamada a otras personas y al lugar de los hechos arribaron dos mujeres y un hombre.
"Inicalmente pensábamos que los allegados estaban con el sospechoso en el vehículo, pero no fue así. Ellos llegaron, se estacionaron e intervinieron", recalcó Vanore.
Los oficiales por su parte les explicaron que iban a confiscar el vehículo porque el chofer no contaba con licencia de conducir ni con los papeles de registro del auto. “En esos momentos tanto Rodríguez Vázquez como los tres individuos que llegaron comenzaron a sacar cosas del carro hasta que uno de los oficiales avistó lo que aparentaba ser una porta armas”, relató Vanore quien a su vez especificó que todo permanece bajo investigación.
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Acto seguido, Rodriguez Vázquez sale corriendo y desde la esquina de la calle “hizo tres detonaciones una de las cuales le dio a uno de los oficiales en el cuello. Cuando su compañero se da cuenta hace una detonación sin imapctar al sospechoso y su plan cambia porque asiste al herido hasta que llega la grúa que ayuda a transportarlo al hospital".
Esto es lo que sabemos de la investigación:
- Ramón Rodríguez Vázquez sale corriendo, supuestamente cargando el arma, hacia G Street se quita una camiseta blanca que llevaba puesta y se queda con una oscura que llevaba por debajo.
- Acto seguido intenta ingresar en un garaje, pero se desconoce que pasó que siguió la marcha sin lograr acceso.
- Sigue la carrera y es captado en imágenes de vigilancia cuando alcanza llegar hasta las calles G y Tioga donde intenta abordar un a minivan por el asiento del pasajero, pero el conductor acelera y no logra montarse.
- Rodríguez Vazquéz sigue la marcha hasta la cuadra 800 de East Schiller Street donde aborda a un individuo, en sus 20 años aproximados y quien estaba sentado en las escaleras de la parte frontal de su casa, para supuestamente obligarlo a ingresar a la vivienda con la pistola.
- Allí se parapeta con el inquilino y en algún momento lo deja ir, según la Policía.
- El sujeto, quien fue secuestrado en su propia casa, alcanza a ver las brigadas de unifromados buscando a Rodríguez Vázquez y los alerta de dónde estaba ubicado.
- A ese punto las brigadas del equipo SWAT se encargan de arrestar sin mayores problemas al sospechoso y diligencian una orden de allanamiento en la vivienda donde ocuparon un aurma marca Glock 26 calibre nueve milímetros.
Hasta el momento las tres personas quienes acudieron a sistir al sospechoso en la parada de tránsito no enfrentan cargos.
"Nosotros sabemos los riesgos de esta profesión, pero nunca deja de ser impactante que uno de los nuestros resulte herido o asesinado. Seguimos pidiendo oraciones por la recuperación del oficial herido y no revelaremos su identidad por el momento porque así nos lo pidió su familia", recalcó el comisionado Kevin Bethel.
El funcionario explicó que si para los oficiales de carrera es chocante saber que unod e los suyos fue baleado, más puede serlo para los nuevos policías recién graduados que fueron asignados al vecindario de Kensington donde ocurrieron los hechos. "Nuestra estrategia en Kensington no va a cambiar, pero vamos a reestructurar ciertos procedimientos. Y esto va para todos los vecindarios de Filadelfia. Ese sábado en la noche nuestras mujeres y hombres siguieron trabajando pese a lo ocurrido y eso me hace sentir muy orgulloso de ellos proque son quienes protegen a todos", sostuvo Bethel.