En pleno Día de Acción de Gracias y rodeada de aplausos, Marissa Fuentes salió del hospital tras una ardua batalla contra el COVID-19 en un hospital de Filadelfia.
Y es que según le cuenta Marissa a TELEMUNDO62, todo comenzó cuando fue diagnosticada con COVID a sus siete meses de embarazo y sin haberse vacunado contra el virus.
"Me siento viva de milagro", explicó Fuentes tras ser dada de baja. "Tuvieron que hacerme una cesárea para que mi hijo naciera sano", detalló.
Marissa explicó que el virus la dejó conectada a un ventilador por siete meses, por lo que tuvieron que hacerle una cesárea para que su hijo naciera.
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Pero gracias a un gran equipo médico y el apoyo de su familia, Marissa fue recuperándose de una situación que los doctores, ella y su familia catalogan como un milagro. El jueves 25 de noviembre regreso a su casa con su familia.
"Siento que viví un milagro", indicó Marissa. "Ahora espero que más gente se vacune contra el virus".
Pero el milagro no termina ahí pues Enzo, el hijo de Marissa, también es considerado un milagro, luego de que nació diagnosticado con una enfermedad en la espina dorsal y los doctores le dieron 2 años de vida en ese momento.
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Adrián Fuentes relata que gracias a los doctores, lograron conseguirle a Enzo un medicamento que costó dos millones 500 mil dólares por una dosis de 16 milímetros y tras su tratamiento, su hijo podrá tener una vida longeva.