violencia armada

Chico preso y liberado por el crimen, que no cometió de un amigo, quedó marcado

El hecho violento se registró en la plataforma del tren MFL de SEPTA en la estación de 15th Street el pasado 11 de enero 2024.

Telemundo

Zaire y Summer Wilson ofrecen la versión de su experiencia tras la encarcelación del menor, de 16 años, por un crimen que no cometió en Filadelfia.

Zaire Wilson, de 16 años, describió como “traumatizante”, sus seis meses en prisión por un crimen que no cometió en la plataforma SEPTA de la estación de 15th Street en Center City, Filadelfia.

El jovencito fue liberado luego de que la oficina del fiscal de distrito, Larry Krasner, evaluara el video de vigilancia y estableciera que “no tuvo nada que ver” con la balacera que privó de la vida a Tyshaun Wells, también de 16.

“Era mi amigo y me tocó estar encerrado con la culpa de que no pude estar con él en sus últimos momentos”, destacó Wilson en entrevista con TELEMUNDO 62. “El que me conoce sabe que soy de las personas, que pone a sus amigos primero, mucho antes que, a mí mismo, y esto me marcó. Fue muy triste hasta el punto de la depresión”.

El menor fue ingresado al Centro Correccional Juvenil de Filadelfia a un módulo de aislamiento conforme se desarrollaba la investigación. Fue estando tras las rejas que el pistolero en el caso, identificado como Quadir Humphrey, de 18 años, envió una carta exculpándolo.

“Él no quería que yo pagar por algo que no hice”, apuntó el menor al tiempo que recordó que en cada cita con el juez que tuvo no presentaban evidencia concreta de su participación en el crimen. “Yo me decía a mí mismo que no tiene nada contra mí que porqué estaba yo encerrado”.

Wilson dijo que quiere culminar sus estudios de High School ir a la universidad y estudiar leyes para “que ninguna otra persona tenga que pasar por lo que yo pasé”.

Su madre, Summer Wilson hizo un llamado a la reestructuración del sistema de justicia en Filadelfia. “Siempre supe que mi hijo era inocente y el guardia que lo retuvo me dijo que eso lo dice todo el mundo, pero la verdad es que yo conozco a mi hijo”, sostuvo la mujer. “Cuando los muchachos están encerrados en el centro juvenil les proveen terapia, pero una vez salen los tiran a la calle. Yo necesito ayuda para lidiar con esto, porque el adolescente que salió de mi casa no es el mismo que regresó. El no duerme, siempre está ansioso pensando que alguien lo va a matar y no puede tener una vida normal, de un chico de su edad”.

La progenitora dijo que “el nombre de mi hijo está marcado para siempre y eso va a ser difícil de cambiar”.

Exit mobile version