JERUSALÉN - Varias personas resultaron heridas, dos de ellas en estado grave, en un ataque con arma de fuego contra un autobús esta madrugada de domingo en las inmediaciones de la Ciudad Vieja de Jerusalén, informó el servicio de emergencia israelí Magen David Adom.
El Departamento de Estado de EEUU condenó el ataque terrorista:
"Estados Unidos condena enérgicamente el ataque terrorista fuera de la Ciudad Vieja de Jerusalén que hirió al menos a ocho víctimas, incluidos al menos cinco ciudadanos estadounidenses. Deseamos a todas las víctimas una pronta recuperación. Seguimos en estrecho contacto con nuestros socios israelíes y nos mantenemos firmes con ellos frente a este ataque.
Nuestro Embajador en Israel y los funcionarios estadounidenses en Jerusalén están en contacto con las familias de las víctimas ciudadanas estadounidenses, a quienes les hemos ofrecido nuestras condolencias y apoyo. El Departamento de Estado de EEUU no tiene mayor prioridad que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero. Nuestro equipo en Jerusalén ha estado trabajando día y noche para apoyar a las víctimas y sus familias, y continuará monitoreando la situación de cerca."
Aunque no se ha revelado la identidad del asaltante, las autoridades israelíes han calificado el ataque como un "atentado terrorista" cometido por palestinos; mientras que el grupo islamista Hamás lo ha celebrado como un "acto heroico de resistencia".
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Tras una intensa búsqueda de la policía en la zona, el sospechoso de cometer el ataque fue arrestado después de entregarse, y el arma de fuego fue intervenida, confirmó un portavoz policial
Los tiroteos se produjeron alrededor de la 1:30 de la madrugada (22.30 GMT del 13 de agosto) contra un autobús urbano y en un aparcamiento cerca de la Tumba de David, frente a la Puerta de Zion, fuera del barrio amurallado.
El asaltante supuestamente esperó la llegada del autobús y disparó hacia los pasajeros que esperaban para montarse, antes de huir a pie hacia el cercano barrio palestino de Silwan, donde la policía llevó a cabo las operaciones de búsqueda y captura que llevaron a su detención.
De entre los heridos graves, uno es una mujer embarazada de 35 años, cuyas heridas en el abdomen obligaron a un parto de emergencia en el hospital Shaare Zedek. Su vida corre peligro, mientras que la condición del bebé es grave pero estable, según medios israelíes.
Entre los heridos figuran también cuatro miembros de una familia judía ultraortodoxa de EEUU, que llegaron el miércoles como turistas al país. El padre es otro herido grave, está sedado y conectado a un respirador.
"Jerusalén es nuestra capital y un centro turístico para todas las religiones. Nuestras fuerzas de seguridad están trabajando para restaurar la calma y recuperar el sentido de seguridad en la ciudad", señaló en un comunicado el primer ministro israelí, Yair Lapid.
"Todos aquellos que busquen hacernos daño deberían saber que pagarán el precio por herir a nuestros civiles", añadió el primer ministro en funciones.
Por su parte, el grupo islamista palestino Hamás, que gobierna de facto Gaza, señaló que la "heroica y valiente operación en Jerusalén es una reacción natural a la arrogancia de los soldados de la ocupación (Israel) y los colonos sionistas que cometen cada día crímenes contra nuestra gente, nuestra tierra y los lugares sagrados del islam y el cristianismo".
"Esta heroica operación afirma la continuación de la resistencia en Jerusalén ocupado y los palestinos son conscientes de que la resistencia es la única manera de proteger la tierra y los lugares sagrados", aseveró el portavoz de Hamás Fawzi Barhoum
El ataque tiene lugar una semana después del alto el fuego que puso fin a una escalada de tres días entre Israel y el grupo Yihad Islámica en Gaza, donde murieron 49 palestinos, incluyendo 17 niños.
Israel sufrió un ola de ataques palestinos entre marzo y abril, en los que murieron 18 personas; mientras que tropas israelíes intensificaron entre abril y julio sus redadas y operativos en Cisjordania ocupada, en las que murieron medio centenar de palestinos y unos mil fueron detenidos por supuestos vínculos con grupos armados.